Describe los procesos cognitivos subyacentes al aprendizaje del lenguaje escrito y sus alteraciones, establece las causas y las manifestaciones basándose en investigaciones y justifica la utilidad del enfoque cognitivo en la explicación de los mismos y su relación con el lenguaje oral, de tal manera que se obtengan elementos de juicio para abordar la temática del diagnóstico e intervención especializada e interdisciplinaria y al proponer nuevos estudios.